Luego del Venus Start Point, y hoy con la luna en Libra en trígono a Saturno, es propicio tomar contacto con el Arcano Mayor “La Justicia”, una arcanos que nos invita a cerrar una etapa teñida por el conflicto, cortar con ciertas actitudes vinculares que ya están obsoletas, y asi madurar, purificar y balancear nuestras relaciones en el futuro.
Luego de los excesos egoicos y los atropellos desmedidos que simboliza “El Carro”, el Arcano siguiente llega con una espada en la mano izquierda, quizá para cortar con esas actitudes excesivamente yoicas, para así balancear y ajusticiar el futuro, dado el simbolismo de la balanza que trae en su mano derecha. Se trata de la Justicia Divina que todo lo ordena.
Nos invita invita a pensar la vida bajo la lupa de la Ley de Causa y Efecto , también llamada “ley kármica”. A nivel psicológico, este Arcano trae maduración, poniendo en su lugar al juez interior, e invitándonos a ordenar a nuestro pasado y nuestro presente. El reordenamiento del fuero interno puede traer refrenamientos y limitaciones, pero siempre en pos de nivelar y compensar las situaciones e incluso los vínculos que estén excedidos o sobrepasados en este sentido.
El número 8, como símbolo del infinito, nos ayuda a entender que el tiempo es cíclico. Cómo actuamos en el pasado repercute en el presente, y acá es donde “La Justicia” se encarga de traer consciencia, llamando la atención hacia esta íntima relación temporal. “La Justicia” aporta objetividad y racionalidad , sobre todo ante esos impulsos efusivos y viscerales que trajo “El Carro”.
Cuando sale el Arcano VIII en una tirada, habla de la necesidad de cultivar una perspectiva más objetiva desde donde discernir qué acciones son justas y necesarias, y cuáles actitudes se están pasando de la raya. “La Justicia” puede sentirse como una traba o inhibición para nuestro deseo, pero al mismo tiempo nos saca de esa posición tan individualista, que en ciertos momentos y contextos puede volverse insana.
Con la temporada de eclipses que se aproxima, es un tiempo ideal para purificar nuestro presente de actitudes tóxicas y autodestructivas que obstaculizan nuestro desarrollo espiritual.
Flor
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