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Foto del escritorFlor Cristaldo

LA ESTRELLA DEL TAROT







Esta historia comienza, luego de la caída de la Torre, en donde yacían "El Emperador" y "El Papa", almacén del inconsciente colectivo del super yo, las creencias sociales e infantiles de control y las crisis con respecto al poder, el sexo, el dinero y demás cuestiones tabú.


El rayo de Urano, el cual todavía no se sabe si sale de adentro de la Torre o viene de afuera, sin dudas simboliza la caída de todas esas creencias cristalizadas, que, en diferentes etapas de cada ciclo de nuestra vida, fueron necesarias para poder aferrarnos a algo, que dio la sensación (ilusoria) de estabilidad, orden y control sobre todo lo que existe.


Esta necesidad de sentirse seguro en lo ya conocido, se da por los mecanismos de la luna astrológica, cuya energía básica es cerrar el sistema para poder sentirse segura y cómoda en la guarida psíquica.


Encerrarnos en la Torre de nuestras propias creencias yoicas, es la manera infantil que tenemos los humanos de sobrevivir a un mundo, que, por el contrario, nos muestra continuamente el cambio y la inestabilidad.

En este pasaje yace, a mi entender, la joya que precisa la humanidad para acceder al camino evolutivo que propone la era de acuario.


El secreto de la flor de Oro.


Luego de haber pasado por las secuencias de arcanos que nos llevan a cuestionar y resignificar que entendemos por poder, control, creencias en lo socialmente establecido: “La Muerte”, “La Templanza”, “El Diablo”, “La Torre” y “La Estrella”, este último arcano nos trae el conocimiento necesario de esperanza y armonía con la naturaleza, para poder dar el gran salto del "Juicio " y llegar (o llegando) al Mundo. Y de allí, de nuevo al Cero, el Loco.

Digo llegando, pensando al verbo llegar en el modo gerundio. Tomando el concepto del hombre deviniendo, como siendo el hombre parte de su propia historicidad.


El profundo aprendizaje que conlleva este arcano, está íntimamente entrelazado con la inteligencia vincular que nos propone la astrología.

Desde nuestra visión encarcelada en la Torre, el Yo se cree el dueño de la existencia y busca de formas inauditas, tener bajo control todo aquello que podría ser plausible de cambio.


El apego por que las cosas permanezcan intactas a como las hemos ideados y manifestado, se ven expuestas a las posibles calamidades propias de los uraniano: lo inestable del cambio.


Como si no nos hubiese bastado con que Heráclito, ya nos haya advertido que no nos podemos meter dos veces en el mismo río, pues tanto el rio como nosotros, hemos cambiado. La existencia psíquica como material, es vertiginosa, cambiante, disruptiva y por sobre todas las cosas, sorpresiva.


La Mujer de la estrella, se encuentra desnuda, despojada por completo de sus viejos ropajes (haciendo alusión a la caída del Ego desde la torre, propio del emperador y el Papa) vertiendo el aguaelixir sobre el rio y sobre la tierra.


Esta misma acción, nos trae la reminiscencia de la Mujer del arcano 14, “La Templanza” , quien mezclaba su preparado alquímico entre las vasijas. La misma se encuentra en el medio del proceso de muerte y transformación que comentaba antes; mientras la Estrella se encuentra al final del proceso, vertiendo el Amrita, el néctar de la meditación ( la metáfora del néctar que se produce la glándula pineal, en las técnicas del Tantra Yoga) producido luego de la tormenta en la oscuridad del alma, como nos recuerdan los gnósticos.


Su postura arrodillada sobre la tierra húmeda, mientras su cuerpo desnudo entrega el elixir de su proceso de transformación a la Tierra, nos trae la experiencia de la Humildad, ante la vida.


Ella sabe que las estrellas la protegen y la guían, pero en el fondo, el misterio que guardan los cielos, ningún mortal lo conocerá. Más también sabe que nuestros sueños más profundos necesitan ser regados, cultivados y plantados en nuestra realidad exterior; y que el trabajo con las imágenes del inconsciente son nuestras aliadas a la hora de materializar nuestros anhelos transcendentes.


Esta actitud de receptividad Venusina y al mismo tiempo comprensión profunda por la madre tierra, nos muestra una actitud de entrega a lo desconocido que trae el movimiento de la existencia, es el arquetipo de la Sacerdotisa de la naturaleza, como nos dice Sallie Nicholls.


Entonces, por un lado, nos invita a vivir una vida despojada de las ideas pre concebidas, de los mandatos impuestos y auto impuesto, tomar plena conciencia de cuál es la narrativa familiar/social que nos han contado y resignificarla en pos de manifestar una nueva narrativa más acorde a la presencia de la libertad, la creatividad y en resonancia con formas más auténticas a este nuevo nacimiento, dado por la Crisis-oportunidad que nos regaló el arcano anterior, la Torre.


La segunda vuelta de la espiral de este símbolo, está relacionada con la imagen de las estrellas que se encuentra arriba de la cabeza de nuestra sacerdotisa estelar. Tanto en el Tarot de Marsella como en el de Rider Wait, en el cielo se pueden ver 7 estrellas pequeña y una gran estrella más brillante en el centro de la escena.


Las estrellas han sido desde tiempos inmemoriales, la guía para los navegantes en la oscuridad de la noche; ayudantes silenciosos de la luna.

Mientras que para los grandes astrólogos de la antigüedad, han sido las que colaboraron en la comprensión del develamiento de las constelaciones y posteriormente en los signos del zodiaco que conocemos actualmente.


También, podríamos pensar el número 7 como los 7 chakras del Hatha Yoga y la última estrella como la culminación del proceso de ascensión de la kundalini a través del canal central, sushuma nadi.


En su libro, Sallie Nicholls, nos dice: " En los textos alquímicos aparecen a menudo configuraciones como ésta, que muestran una estrella gigante (que representa al proceso de la iluminación) alrededor de la cual giran siete planetas (que representan los siete estados del proceso alquímico). Los alquimistas llamaban a este proceso la Gran Obra, pues creían que el inapreciable «oro filosofal» sólo podía conseguirse por el trabajo del hombre"..."El concepto de individuación de Jung, como su nombre indica, es parecido al objetivo alquímico. Jung propone que la salvación del hombre yace en el fondo de su psique y que cada uno debe trabajar individualmente para descubrir y liberar la esencia de oro que yace enterrada dentro de nuestra naturaleza psicofísica."

Y concluye diciendo: " visto en este contexto, la estrella representa un paso importante hacia la participación más consciencia y activa en el proceso de individuación.


Pero pensando un poco más allá del concepto narcisista planteado por el Leonino Carl G. Jung, la Estrella nos pregunta:


¿Será que el Yo, el ser individual, es en alguna una creación colectiva?


Como hace referencia el concepto de interdependencia del budismo zen en la visión no-dualista, "yo sólo puedo ser yo en la medida en la que tú puedas ser tú, porque mi yo es inseparable de tu tú y tu tú es inseparable de mi yo. Desde este punto de vista, no se trata sólo de que el yo necesite al otro, o que el otro necesite al yo. Se trata de que yo soy tú y tú eres yo, sin que yo deje de ser yo ni que tú dejes de ser tú."


Aquí se nos hace evidente que el mensaje de esta mujer estrella, es el concepto de sujeto en interdependencia con los otros y la co-creación que llamamos destino.


Somos en red.


Al respecto te dejo un texto que escribí sobre esto: https://www.facebook.com/.../a.46840236.../1050263989086457/


Para terminar, me encantaría volver a citar un fragmento de Nicholls: (…) “ La Estrella, nos enseña a través de nuestra imaginación creativa como podemos liberarnos de lo que nos liga a un modelo cíclico, para que podamos vivir nuestra vida de manera individual. Como los planetas estamos sujetos a orbitas especificas por un poder que se encuentra más allá de nuestro control; pero dentro de nuestras fronteras, cada uno de nosotros esta destinado a brillas de una manera única.”


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